miércoles, 13 de noviembre de 2013

Te quiero mucho y no quiero estar sin ti

Como ahora
a pesar de la cursilería
que sí, me averguenza
el azucar en el paladar, en la lengua, en los ojos, en tu hombro,
aun así no quiero estar sin tí, me niego rotundamente,
frunzo el ceño, me amurro, cierro los ojos, como un niño
como un niño.

Y extraño tu risa
otra vez, (coma)
extraño tu sonrisa y tus ojos y tu boca,
o quizas mis dedos por tu boca,
o corriendo por ahi como un delirio
poco pulcro
poco pulcro
desatando tormentas
relampagueando
desde tu frente a algun lugar de la tierra que quede
y que no importa.

Relámpagos haciendo surgir cuando cierras la boca y puedo besarte
sólo un poco
lo suficiente para quemar Roma
lo suficiente para ahogarme
para perder la fe
olvidarme del tiempo
entregarme a un destino, a los suspiros
a tu gemido como un susurro abriendo sus venas hacia mi oido.
Cursi
lo suficiente
lo poco pulcro.

Divago,
no quiero extrañarte
quiero tenerte conmigo,
egoistamente.

Abrir puertas al tocar tu escápula
y que todos duden
que todos duden
que tengan miedo

Yo me voy a perder rezando tu nombre como un sicópata ciego
hasta levantar la noche que cae por tu espalda.