lunes, 3 de septiembre de 2007

Mecanismo de pérdida de la vida




Lo primero fue perder la fe
luego su mujer y con ella la soberbia, el dinero, las llaves del auto, de la casa, todavía no se establecía un patrón definido, pero las manos tenían un extraño temblor y una leve palidez.

Después perdió la confianza,
en si mismo, algunos pasos, algunos dogmas, un pudor... el crepitar de las hojas le hacia doler la cabeza, hasta que la perdió; un buen día perdió los zapatos también, (así dejaron de sonar las hojas) con estos cierta certeza interna, un compromiso, la alegría, el hambre y la sed, sobretodo el deseo, que antes lo consumía y le daba razón... de ser.

Lo primero en perder fue la fe, pero es difícil precisar realmente, en esto de los límites uno tiende a no fijarse más que en hechos puntuales y no en la gama difusa de actos que rodean al límite y le da razón y coherencia, es decir, el límite sólo es el resultado de una serie pequeña de pérdidas aun más minuciosas, como sus pelos o las uñas, que ya no encontraba cuando como cada fin de semana se disponía a cortarlas, eso no le sorprendió entonces. Apenas hay tiempo para fijarse en el crecimiento de las uñas cuando tienes tantas responsabilidades y decisiones que tomar. También por ese entonces perdió la visión del ojo izquierdo y la cordura, que se iba cayendo lentamente por su bolsillo como si este estuviese roto y la arena que es su cordura se deshiciera en las calles, se las llevara el viento, fuera a parar a un parque de juegos, una playa, el ojo de una chica con polera a rayas blanco y negro, o en el mostacho de un serio señor parado en la esquina.
Así es como se van perdiendo las cosas, en la mayoría de los casos se pierde primero la fe, pero esa pérdida no se llora porque es como si nunca hubiese existido, el hombre se da cuenta semanas más tarde, cuando ya casi esta rodeado por la nada, los bolsillos son apenas bolsillos, y los dedos apenas son dedos y seria fácil confundirlos con cigarrillos o con lapices. A pesar de ya haber perdido la visión, lo último que hace el hombre es cerrar los ojos, como si con esto solucionara algo, como si no bastase con girar la manilla de la puerta para respirar de nuevo el sol, y perderlo a él, al hombre, dejarlo como un pedazo viejo de una enciclopedia que acabamos de quemar, que ya no queríamos, que ya no nos sirve, que ya no tiene fe.

12 comentarios:

Gabriela Luz dijo...

que raro.. el texto, es bueno en forma, pero es raro... o soy yo?

me gusta mucho, pero.. igual es raro

Maga dijo...

(no va con puñales):
Me gusto bastante gusanoide...no solo por que suena bonito y bla bla bla, sino por que me sabe a perdida personal...pero de gusano!

Y al final es como sino te importara,incluso podria asegurar que las ultimas palabras poco de fe tenian tambien, como que no querian tocar el tema, solo decian algo.

=) sorry toy llena de pruebas!

Antipolistica!

Anónimo dijo...

:o pobre gato solo espera su lechee! mienstras ella se divierte con los zapatos wuajajja!

Antipolistica! cuek!

tan versátil como acústica dijo...

¡qué buen texto!

Poeta de Cañería dijo...

Muy bueno, me evoca muchos libros.

Maga dijo...

Hay muchas cosas que me cargan!!! lejos en este momento es el fucking dolor de guata que tengo,que para variar me arruina el genio!
=(! AHHHH!!! filo!

ya oh, cuidate gusano!
(mas aburrida por favor)


y por otro lado toy contenta leru leru!!! muajajajajajajaja!!!

Gabriela Palomino dijo...

Excelente texto. No es extraño, hay que comprenderlo.

Muchos saludos y creo que falta más...

AzulAlbanta dijo...

Tus palabras preparan, apuntan y disparan. Son geniales.

Y gracias por pasar a mi comarca, las puertas están siempre abiertas. Muchísimos saludos.

Anónimo dijo...

hhh?? yo no entender el lenguaje mudo? =)

maga

Perro dijo...

entrevista al autor de este blog en http://escritoresprovincianos.blogspot.com/

Anta dijo...

o nofre ke eso lo has leido en alguna parte
?

kuidate
=)

Aиgela Fernández Ríos dijo...

mm... por una extraña razón que aún no kiero descubrir...
tus escritos me parezcen incómodamente adictivos.